domingo, 17 de octubre de 2010

Conexiones

Ultimamente he estado bastante desconectado del blog.  Creo que se debe al momento de introspección e incertidumbre por el que estoy pasando (naturalmente) en relación al proceso de búsqueda de trabajo.  Talvez de los últimos pasos trascendentes para sentirme totalmente "colocado" aquí, en el que he ido padeciendo una lucha constante entre nuevas formas de pensar y hacer y mis paradigmas y "comodidades".  Nada de que preocuparse: ya voy encaminado en el proceso.

Mientras tanto, continuando con la idea de compartir en este espacio -que es lo principal-, en estos días he leído de la documental de Banksy (famoso grafitero) que se estrenará a nivel mundial.  Me gusta el trabajo del cuate (aunque por ahí especulan que a lo mejor sea un colectivo y no una persona) porque en mi opinión sabe manejar muy bien una expresión de fina (y a veces cruda) ironía por medio de imágenes.  Para los que estén interesados, vale la pena visitar su website: http://www.banksy.co.uk/

Cuando leí del documental recordé también un poema de Cesare Pavese que compartí con los amigos de un curso de Sábato hace un año, en el que me pareció oportuno pegar uno de los grafiti de Banksy en la hoja que les dí.  La referencia al poema lo habré leído en ElPeriódico y me recuerda a una amiga cuyos ojos verdes -siempre he tenido debilidad por los ojos claros- me tenían hechizado hace unos cuatro años.  El tiempo vuela...

Conexiones tan casuales que me hacen recordar lo que decía otra amiga:  Las casualidades no existen. 

Pido disculpas porque como dicen aquí, hoy "my mind is all over the place", lo que ilustra bastante bien a lo que voy: a pesar de estar "desconectado" del blog, sí que he estado "conectado" con el tejido telaráñico de mi existencia.  Estoy seguro que a todos nos ha pasado:  pensamos en algo o soñamos con algo y luego sucede.  No me refiero al sentimiento de deja-vu, cuando algo nos "parece" ya visto.  Me refiero a tener la certeza de haber pensado en eso anteriormente.

Debe ser una de las ventajas de la mente desocupada: al parecer logra conectarnos con otros estadíos de la existencia.  ¿Evidencias?  Bueno, si tengo algunas.  Otra vez, la desocupación me ha ayudado a registrarlas, cuándo no, en una hojita de Excel.  Metódicamente.  Al momento, llevo veinte registros durante el último mes.  Cosas sencillas, claro; como pensar en alguien y ser contactado por esa persona al día siguiente, o enterarse de algo que le ha sucedido.  O recordar una canción y ver algo relacionado después.  Cosas así.

Medio en broma, le preguntaba a un amigo si habrá alguna forma de hacer dinero con esas conexiones.  Valdría la pena averiguar...  Pero ya en serio, me pregunto si habrá alguna forma de potenciarlas.  ¿Alguien conoce alguna?  Porque se comienza a tener una idea más tangible de la interrelación de todas las cosas, en grados que no siempre estamos conscientes de apreciar.  De las muchas puertas que nos conectan al universo, a nosotros mismos y con cada persona.  Una sensación de comunión, pues.

Bueno, basta de esoterismos por hoy.  Para lo que valga y con quien sea que conectemos, aquí abrimos una puerta mas:


Vendrá la muerte y tendrá tus ojos

Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
-esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.

Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, amada esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.

-Cesare Pavese

 - Banksy