viernes, 30 de julio de 2010

Casa de citas 1

Los sueños son para quien no es lo bastante fuerte
para soportar la realidad.
La realidad en cambio, es para aquel que no es lo bastante fuerte
para enfrentar sus sueños...

Slavoj Zizek sobre "Blue Velvet" de David Lynch

sábado, 10 de julio de 2010

La Mariposa

Ayer fui a la central de la Biblioteca Pública de Vancouver.  Es un edificio circular, de arquitectura bastante peculiar ubicado en el downtown.  Luego de buscar por varias librerías, estaba seguro que al final encontraría libros en español allí.  No me defraudó.  Aunque la variedad y cantidad no es espectacular, hay opciones como Carlos Fuentes, Perez-Reverte, Saramago, J.J. Millás, Sergio Ramírez, etc.  Lástima que ningún autor guatemalteco, me habría sentido feliz de encontrar alguno.  Igual los libros prometen mantenerme entretenido mientras le agarro el mismo gusto a leerlos en inglés.

Pues entre las opciones encontré que también había DVDs, y desde que vi la caja de ésta, supe que me la iba a traer.  The Sea Inside (Mar Adentro) con Javier Bardem.  Es de esas películas que siendo franco, me ha hecho llorar.  Es la historia de Ramón Sampedro, quien luego de un accidente en el mar queda cuadrapléjico y durante 30 años lucha para que le concedan el derecho a la eutanasia (suicidio asistido), o sea, a morir con dignidad.

Y es que no puedo menos que simpatizar con su causa.  Solamente quienes sufren algo así conocen lo que es estar en esa situación.  Es ese uno de los mayores miedos que enfrentamos: perder nuestra independencia, nuestra capacidad de valernos por nosotros mismos.  El tipo estuvo durante treinta años dependiendo de otros, hasta para que le limpiaran el culo.  Así de sencillo y tétrico...  Qué horror.  Espero que la vida no me depare un futuro tan tenebroso.  De acuerdo con Google, sólo en Holanda y Bélgica es legal la eutanasia.  Mmmm... nos llevan ventaja.

La película es muy linda, me gusta mucho cómo muestra la incansable lucha de una persona por cumplir su deseo, mas allá de los juicios moralistas o prejuicios de otros.  Pero lo que más me interesa, es esa figura del espíritu humano, siempre tan inquieto y libre pero encerrado en esa funda, en su cuerpo inerte.  ¿Cómo será sentirse prisionero de uno mismo?  Tener el espíritu, el alma, la consciencia intacta pero no poder mandar al cuerpo, una prisión de piel.

Había otro caso similar, el de Jean-Dominique Bauby, un editor de la revista Elle en Francia que luego de un derrame queda también paralizado.  Este caso era peor, pues solamente se comunicaba por medio de un guiño del ojo izquierdo.  Bauby "escribió" el libro "La Escafandra y la Mariposa" construyendo las palabras y frases al guiñar cada vez que le pasaban la letra correcta del alfabeto...  Impresionante paciencia y determinación.

Recuerdo que conseguí el libro en Guatemala, y al terminar de leerlo, no pude sino sentir un poco de frustración.  A pesar de que anoté algunas frases que me conmovieron, en general mi expectativa era una carga emocional mucho más grande (considerando su situación) que no encontré en ninguna parte.

Finalmente fue en YouTube (The Pervert's Guide to Cinema de Zizek) que vi la semana pasada algo de esa relación tirante entre el espíritu y el cuerpo, y justamente un comentario acerca de dicha relación:  De cómo habita en nosotros mismos el Alien, ese monstruo de la película.  Cómo nuestra humanidad (alien), controla nuestros cuerpos, nuestra animalidad.

Dice Zizek:  Hay un desequilibrio fundamental, una distancia, entre nuestra energía psíquica, denominada "libido" por Freud, esa energía inmortal inagotable que persiste más allá de la vida y de la muerte; y la pobre realidad, finita y mortal, de nuestro cuerpo.

Bueno, yo que se.  Suficiente filosofía.  Me quedo mejor con la poesía, con esa búsqueda de la belleza: la promesa de la eternidad.  De cómo esa fuerza interna, energía psíquica, líbido, alma, espíritu, como queramos llamarle; nos hace escoger, nos hace sentir, nos lleva, nos permite y nos prohibe.  Con la libertad y la fragilidad de una mariposa en vuelo, va guiando cada uno de nuestros pasos en este tránsito diario.  A veces bien, a veces no tanto.

Lo que me deja pensando, si es que últimamente he sido consciente del vuelo de mi mariposa a través de mis ventanas abiertas...

Mar adentro,
Mar adentro.
y en la ingravidez del fondo,
donde es cumplen los sueños
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo,
tu mirada y mi mirada,
como un eco repitiendo sin palabras
mas adentro,
mas adentro,
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.
Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto,
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.

domingo, 4 de julio de 2010

Bon appetit!

No se me ha ocurrido nada de que escribir ultimamente, asi que para alimentar el primer post de julio, hoy haremos un ejercicio de "Reality Show", el tema será el contenido de mi refri...  A quien le parezca un post demasiado trivial, ahora es cuando se puede salir del blog.  :)

Bueno, quienes me conocen saben que la cocina nunca ha sido uno de mis fuertes, incluso recibí como 6 clases en la Universidad Popular antes de venirme, previendo que podría ayudar a mis finanzas el hacer mi comida "casera".  El resultado?  Solo aprendí a picar cebolla (soy un maestro y no me saca las lágrimas), tomate y pimiento.  Pero parece que soy algo lento.  Nunca me atreví a pasarme a la hornilla a echar los filetes de pescado empanizado al aceite, por ejemplo, o a cocer las tiras de panza.  Como dije, estoy resignado a que la cocina no se me dará.

En consecuencia, mi refri nunca ha sido de las que dan orgullo; de esas que uno abre la puerta y está rebosante de verduras, carnes, huevos, fruta, gelatina, bebidas, comida a medio consumir (en contenedores, claro); en fin, que parece una mini sucursal del supermercado.  No.  Mi refri siempre ha mantenido un bajo perfil: Algunos jugos en tetrabrik, jamón y queso, uvas, peras y manzanas, leche de soya (eso sí bastante) y de vez en cuando, una que otra chela.  Lo que se dice una refri de soltero (y huevón y poco imaginativo para la cocina).

Hace dos días me dió hambre a media mañana (ya había pasado el efecto del cereal con leche de soya del desayuno) y al abrirla hasta a mí me dió tristeza:  una pera solitaria, un banano y un poco de jugo de arándano.  Ah, una rodaja de jamón de pavo.  El jamón y una tortilla de harina sacaron la tarea.  Dieta a la que siendo sincero estoy acostumbrado; soy muy práctico en ese sentido.  Aparte que desde hace unos diez años no tengo estufa en casa, por lo que el horno de microondas y el horno tostador han sido mis mayores aproximaciones al mundo culinario...

Pero me he dado cuenta que he estado comiendo de regular a mal en la calle (mientras que en Guate para el almuerzo compraba comida casera a diario, y preferentemente filete de pechuga de pollo); así que decidí hacer una compra de comida un poco mas formal (en lo posible, considerando mis limitaciones; aunque aquí ya mejoraron, el apartamento "incluye" una hornilla eléctrica, eso si, sin utilizar hasta el momento).

Con toda la disposición y paciencia del caso me fui hoy a expulgar el Walmart y el Canadian Superstore que están a unas diez cuadras de mi casa.  Una nueva aventura:  Atravesé territorios ignotos, nunca descubiertos y hasta vistos con desconfianza por mi parte.  Las carnes, las verduras...   Buscando opciones decentes me topé con unas bolsas que traen brócoli, coliflor y zanahoria picada, otras bandejas similares, contenedores con ensalada de macaroni, hasta Chow Mein para microondas!  Qué maravilla...  Ya tenía varios acompañamientos para el almuerzo.  Pero y la porción principal?  Mmmm...

No encontré muchas opciones en el Walmart, asi que me moví al Superstore sin saber qué esperar.  Después de errar por el área de deli: Eureka..!  Una bolsa de 500g de tiras de pechuga.  Excelente, lo que estaba buscando.  ¿Qué mas habrá?  Ajá, una bandeja con mezcla de Sushi (California, Spicy California, Nigiri de salmón y de camarón).  A la canasta.  Y aquí?  Pechuga de pollo rellena de espinaca y ricotta, y unos como burritos rellenos de cangrejo...  Adentro!  Mas adelante habría de encontrar un "six-pack" de queso cottage con fresa.  Mmmm..., véngase con su papá!

Por lo visto el Superstore estaba mejor en cuanto a opciones para solteros...  También habían otras opciones congeladas (pescado, pollo, carne, albóndigas) pero la mayoría había que cocinarlas; asi que descartadas.  Hasta venden los filetes de pechugas de pollo en bolsa de 2 kilos, a lo mejor a la próxima me anime.

Bueno, al final me pareció que encontré buenas opciones para dejar de salir a comer todos los días y ahorrarme algo de dinero.  Habrá que ver cómo le hago para combinarlas (tendré que ponerle un poco de empeño e imaginación, dado mi obvio "analfabetismo").  Mientras tanto, les comparto la vista de una refri mas como debe ser, donde la fruta y la leche de soya al fin encontraron un poco más de compañía...


Ps.  Luego de estar escribiendo de comida, se me abrió el apetito.  Y qué como de todo eso?  Un botecito de queso cottage con fresa.  Lástima que no me dí cuenta que las galletas que tengo son saladas, no de soda.  Pero al fin la combinación no estuvo mala.  Bon appetit!