sábado, 10 de julio de 2010

La Mariposa

Ayer fui a la central de la Biblioteca Pública de Vancouver.  Es un edificio circular, de arquitectura bastante peculiar ubicado en el downtown.  Luego de buscar por varias librerías, estaba seguro que al final encontraría libros en español allí.  No me defraudó.  Aunque la variedad y cantidad no es espectacular, hay opciones como Carlos Fuentes, Perez-Reverte, Saramago, J.J. Millás, Sergio Ramírez, etc.  Lástima que ningún autor guatemalteco, me habría sentido feliz de encontrar alguno.  Igual los libros prometen mantenerme entretenido mientras le agarro el mismo gusto a leerlos en inglés.

Pues entre las opciones encontré que también había DVDs, y desde que vi la caja de ésta, supe que me la iba a traer.  The Sea Inside (Mar Adentro) con Javier Bardem.  Es de esas películas que siendo franco, me ha hecho llorar.  Es la historia de Ramón Sampedro, quien luego de un accidente en el mar queda cuadrapléjico y durante 30 años lucha para que le concedan el derecho a la eutanasia (suicidio asistido), o sea, a morir con dignidad.

Y es que no puedo menos que simpatizar con su causa.  Solamente quienes sufren algo así conocen lo que es estar en esa situación.  Es ese uno de los mayores miedos que enfrentamos: perder nuestra independencia, nuestra capacidad de valernos por nosotros mismos.  El tipo estuvo durante treinta años dependiendo de otros, hasta para que le limpiaran el culo.  Así de sencillo y tétrico...  Qué horror.  Espero que la vida no me depare un futuro tan tenebroso.  De acuerdo con Google, sólo en Holanda y Bélgica es legal la eutanasia.  Mmmm... nos llevan ventaja.

La película es muy linda, me gusta mucho cómo muestra la incansable lucha de una persona por cumplir su deseo, mas allá de los juicios moralistas o prejuicios de otros.  Pero lo que más me interesa, es esa figura del espíritu humano, siempre tan inquieto y libre pero encerrado en esa funda, en su cuerpo inerte.  ¿Cómo será sentirse prisionero de uno mismo?  Tener el espíritu, el alma, la consciencia intacta pero no poder mandar al cuerpo, una prisión de piel.

Había otro caso similar, el de Jean-Dominique Bauby, un editor de la revista Elle en Francia que luego de un derrame queda también paralizado.  Este caso era peor, pues solamente se comunicaba por medio de un guiño del ojo izquierdo.  Bauby "escribió" el libro "La Escafandra y la Mariposa" construyendo las palabras y frases al guiñar cada vez que le pasaban la letra correcta del alfabeto...  Impresionante paciencia y determinación.

Recuerdo que conseguí el libro en Guatemala, y al terminar de leerlo, no pude sino sentir un poco de frustración.  A pesar de que anoté algunas frases que me conmovieron, en general mi expectativa era una carga emocional mucho más grande (considerando su situación) que no encontré en ninguna parte.

Finalmente fue en YouTube (The Pervert's Guide to Cinema de Zizek) que vi la semana pasada algo de esa relación tirante entre el espíritu y el cuerpo, y justamente un comentario acerca de dicha relación:  De cómo habita en nosotros mismos el Alien, ese monstruo de la película.  Cómo nuestra humanidad (alien), controla nuestros cuerpos, nuestra animalidad.

Dice Zizek:  Hay un desequilibrio fundamental, una distancia, entre nuestra energía psíquica, denominada "libido" por Freud, esa energía inmortal inagotable que persiste más allá de la vida y de la muerte; y la pobre realidad, finita y mortal, de nuestro cuerpo.

Bueno, yo que se.  Suficiente filosofía.  Me quedo mejor con la poesía, con esa búsqueda de la belleza: la promesa de la eternidad.  De cómo esa fuerza interna, energía psíquica, líbido, alma, espíritu, como queramos llamarle; nos hace escoger, nos hace sentir, nos lleva, nos permite y nos prohibe.  Con la libertad y la fragilidad de una mariposa en vuelo, va guiando cada uno de nuestros pasos en este tránsito diario.  A veces bien, a veces no tanto.

Lo que me deja pensando, si es que últimamente he sido consciente del vuelo de mi mariposa a través de mis ventanas abiertas...

Mar adentro,
Mar adentro.
y en la ingravidez del fondo,
donde es cumplen los sueños
se juntan dos voluntades
para cumplir un deseo,
tu mirada y mi mirada,
como un eco repitiendo sin palabras
mas adentro,
mas adentro,
hasta el más allá del todo
por la sangre y por los huesos.
Pero me despierto siempre
y siempre quiero estar muerto,
para seguir con mi boca
enredada en tus cabellos.

1 comentario:

  1. BUENA POSEIA, BUENA SINTONIA TODA UNA VIDA Y NECESIDAD POR DELANTE Y NOSOTROS Q EVITAMOS LOS PLACERES DE LOGRAR LO Q PODEMOS LOGRAR Y MAS...

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