domingo, 4 de julio de 2010

Bon appetit!

No se me ha ocurrido nada de que escribir ultimamente, asi que para alimentar el primer post de julio, hoy haremos un ejercicio de "Reality Show", el tema será el contenido de mi refri...  A quien le parezca un post demasiado trivial, ahora es cuando se puede salir del blog.  :)

Bueno, quienes me conocen saben que la cocina nunca ha sido uno de mis fuertes, incluso recibí como 6 clases en la Universidad Popular antes de venirme, previendo que podría ayudar a mis finanzas el hacer mi comida "casera".  El resultado?  Solo aprendí a picar cebolla (soy un maestro y no me saca las lágrimas), tomate y pimiento.  Pero parece que soy algo lento.  Nunca me atreví a pasarme a la hornilla a echar los filetes de pescado empanizado al aceite, por ejemplo, o a cocer las tiras de panza.  Como dije, estoy resignado a que la cocina no se me dará.

En consecuencia, mi refri nunca ha sido de las que dan orgullo; de esas que uno abre la puerta y está rebosante de verduras, carnes, huevos, fruta, gelatina, bebidas, comida a medio consumir (en contenedores, claro); en fin, que parece una mini sucursal del supermercado.  No.  Mi refri siempre ha mantenido un bajo perfil: Algunos jugos en tetrabrik, jamón y queso, uvas, peras y manzanas, leche de soya (eso sí bastante) y de vez en cuando, una que otra chela.  Lo que se dice una refri de soltero (y huevón y poco imaginativo para la cocina).

Hace dos días me dió hambre a media mañana (ya había pasado el efecto del cereal con leche de soya del desayuno) y al abrirla hasta a mí me dió tristeza:  una pera solitaria, un banano y un poco de jugo de arándano.  Ah, una rodaja de jamón de pavo.  El jamón y una tortilla de harina sacaron la tarea.  Dieta a la que siendo sincero estoy acostumbrado; soy muy práctico en ese sentido.  Aparte que desde hace unos diez años no tengo estufa en casa, por lo que el horno de microondas y el horno tostador han sido mis mayores aproximaciones al mundo culinario...

Pero me he dado cuenta que he estado comiendo de regular a mal en la calle (mientras que en Guate para el almuerzo compraba comida casera a diario, y preferentemente filete de pechuga de pollo); así que decidí hacer una compra de comida un poco mas formal (en lo posible, considerando mis limitaciones; aunque aquí ya mejoraron, el apartamento "incluye" una hornilla eléctrica, eso si, sin utilizar hasta el momento).

Con toda la disposición y paciencia del caso me fui hoy a expulgar el Walmart y el Canadian Superstore que están a unas diez cuadras de mi casa.  Una nueva aventura:  Atravesé territorios ignotos, nunca descubiertos y hasta vistos con desconfianza por mi parte.  Las carnes, las verduras...   Buscando opciones decentes me topé con unas bolsas que traen brócoli, coliflor y zanahoria picada, otras bandejas similares, contenedores con ensalada de macaroni, hasta Chow Mein para microondas!  Qué maravilla...  Ya tenía varios acompañamientos para el almuerzo.  Pero y la porción principal?  Mmmm...

No encontré muchas opciones en el Walmart, asi que me moví al Superstore sin saber qué esperar.  Después de errar por el área de deli: Eureka..!  Una bolsa de 500g de tiras de pechuga.  Excelente, lo que estaba buscando.  ¿Qué mas habrá?  Ajá, una bandeja con mezcla de Sushi (California, Spicy California, Nigiri de salmón y de camarón).  A la canasta.  Y aquí?  Pechuga de pollo rellena de espinaca y ricotta, y unos como burritos rellenos de cangrejo...  Adentro!  Mas adelante habría de encontrar un "six-pack" de queso cottage con fresa.  Mmmm..., véngase con su papá!

Por lo visto el Superstore estaba mejor en cuanto a opciones para solteros...  También habían otras opciones congeladas (pescado, pollo, carne, albóndigas) pero la mayoría había que cocinarlas; asi que descartadas.  Hasta venden los filetes de pechugas de pollo en bolsa de 2 kilos, a lo mejor a la próxima me anime.

Bueno, al final me pareció que encontré buenas opciones para dejar de salir a comer todos los días y ahorrarme algo de dinero.  Habrá que ver cómo le hago para combinarlas (tendré que ponerle un poco de empeño e imaginación, dado mi obvio "analfabetismo").  Mientras tanto, les comparto la vista de una refri mas como debe ser, donde la fruta y la leche de soya al fin encontraron un poco más de compañía...


Ps.  Luego de estar escribiendo de comida, se me abrió el apetito.  Y qué como de todo eso?  Un botecito de queso cottage con fresa.  Lástima que no me dí cuenta que las galletas que tengo son saladas, no de soda.  Pero al fin la combinación no estuvo mala.  Bon appetit!

2 comentarios:

  1. Una vez mas me susvribo por acà jajajaja!!! buenisimo me gusto, es algo tan trivial y tan normal para cualqiera ir, pensar en la cantidad de porciones, pensar en la variedad, elegir y comprar, pero!!! wala!!! no es asi!!! tu anecdota es la mejor explicitamente para un aventura en el supermerado!!!! jajaja!!! hay tnaot por conocer y tan poco tiempo...con el tiempo te vas a aventar a cocinar ya vas aver!!! bueno media vez no te acomodes a lo mismo jajaja!!! aunq deplano hay mas opciones para elegir!!! ^^

    psdt. Q BUENO SE MIRA EL SUSHI!!!! XD

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  2. Dice la tiury que cuando la Thiffany llego de conocer tu casa en Guatemala dijo: Mami Maria fijese que poncho en su casa tiene muuuuuuuuucha leche y muuuuuuuucho cereal!


    yo digo: No olvidemos el bicho que murio de hambre en tu casa!

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