jueves, 19 de agosto de 2010

El Artefacto

Es el año 2021, un niño del futuro se aventura a salir de su vecindario.  Hay un sitio baldío que siempre le ha llamado la atención conocer (niño, al fin y al cabo) pero no se había animado a hacerlo.  Prefiere pasar el día conectado, a través de sus videojuegos, con sus amigos que viven del otro lado de la ciudad.  Mil y un batallas y aventuras virtuales.

Sus padres le han advertido que nunca vaya allí, que puede ser un lugar peligroso.  Como la mayoría de adultos, le han infundido miedo para ahorrarle sustos.  Con ésto en mente, el niño camina temeroso, adivinando en cualquier ruido una amenaza latente...  escondida.

Al llegar a los linderos de su vecindario, siente el deseo de abandonar su expedición, salir corriendo de vuelta a la seguridad de su hogar.  Pero no lo hace; hoy está decidido a encontrar qué hay allí.  Conforme se acerca, percibe olores extraños y penetrantes.  Olor a descomposición, a plástico asoleado, a hule.  Hay agua estancada y mucho polvo entre los promontorios de cosas abandonadas que descubre.  Llantas, aparatos de metal de todo tipo, plásticos.  Todo amontonado, apilado en un espacio polvoriento y viejo.

Con curiosidad comienza a internarse en el basurero.  Formas, colores y figuras nunca antes vistas.  Maravillas ante sus ojos.  Toda una aventura.  Repentinamente, se topa con algo que llama su atención.  Debajo de un pequeño promontorio, protegido del sol, hay algo...  Es de color rojo, un rojo bastante llamativo a pesar del polvo que lo ha cubierto.  Se inclina, extiende el brazo y tira de él.  Nada.  Tira más fuerte y logra sacarlo.  Ahora lo tiene entre sus manos.

El niño se pregunta que podrá ser este artilugio.  Nunca había visto algo similar y ninguno de sus amigos tiene uno (o por lo menos no se lo han enseñado a traveés de su pantalla).  Con extrañeza lo levanta, tratando de entender.  Su superficie es áspera y la sensación al tacto es un tanto amortiguada, suave.  Fascinante.  Escritas en letra pequeña, encuentra una serie de instrucciones:

"Éste producto no responderá a comandos de voz ni teclado, no es compatible con ningún juego de video ni tiene sistema GPS incorporado."

¡Es un juguete!  Pero un poco extraño...  No tiene ningún puerto o entrada para conectarlo online.  Tampoco aparenta tener baterías o conexión eléctrica.  Ni siquiera tiene una clasificación de uso (infantil, adolescentes).  Muy extraño, de hecho.  Sigue leyendo...

"Interacción física necesaria.  El juego no puede pausarse una vez está en movimiento.  Se requiere presencia física para modo multi-jugador."


Ya un poco hastiado, el muchacho regresa el juguete al lugar donde lo encontró.  ¿Quién quiere jugar con algo que no puede pausarse?  ¿Algo que necesita presencia física para modo multi-jugador?  Y peor en estos tiempos, cuando hay tan pocos niños en la ciudad...  Justo en ese momento, la alarma de la agenda portátil en su muñeca suena, recordándole que necesita la siguiente dosis de protección solar.  Por lo del melanoma, tan común y curable en estos tiempos pero una verdadera molestia en caso necesite un re-cultivo de piel, sin mencionar el precio del tratamiento.

Vaya aventura la de hoy, qué decepción...  Mucho polvo, calor y sólo encontró un juguete inútil.  Mientras corre de vuelta a casa, desencantado, el aparato rueda fuera del promontorio dejando leer la marca, en letras mayúsculas:

PELOTA®

2 comentarios:

  1. VALLA!!!! muy genial y en detalles distantes y cortos a la vez poco a poco esto va a ir pasando un grna ejemplo, mi ser jajajaja los q me conocen sabràn porq, aunque tengo algo grato de mi lado "arte" ^^

    ResponderEliminar