miércoles, 30 de junio de 2010

El Ciego

Ayer almorcé lasaña.  Decidí comer en ese restaurante, Ragazzi Pizza, que queda a dos esquinas de mi casa y que había visto por el internet y cuando salgo a correr.  En estos tiempos mundialistas, el partido de medio día termina aquí a las 13:30, así que luego salí para allá.

Lo malo fue la espera.  Al pedir mi plato, la señorita amablemente me informa "It will take approximately 15-20 minutes...".  Y yo con un hambre!  Bueno, a hacerle ganas.  Por lo menos la lasaña estará buena porque la cocinarán ahí mismo, no es congelada, recalentada o algo así.

Al final de cuentas, mi almuerzo estuvo muy rico.  Todavía me truena la tripa ahora que recuerdo la porción tan generosa (casi que un ladrillo), con los panitos esos triangulares, uno en cada extremo.  Deliciosa.  Luego de almorzar salí del restaurante y como no tenía ningún plan, me senté a leer mi libro en una banca en la acera, que estaba recibiendo bastante sol y que mira hacia la 22nd Avenue, una calle al sur de mi casa.

Después de un rato no se por qué levanté la mirada y vi un ciego caminando del otro lado de la calle.  Me robó la atención de inmediato.  Me puse a ver la forma en que manejaba su bastón, moviéndolo alternativamente de un lado a otro mientras avanzaba.  En eso se desvió un poco a la izquierda y por un momento pensé que iba a bajar peligrosamente a la calle, pero cabal percibió el bordillo con el bastón.  Lo dirigió entonces hacia el otro lado, ahora sintió la grama y finalmente encontró el concreto de la acera para retomar su rumbo.

Mientras, yo me preguntaba: ¿Cómo será eso de estar ciego?  De vivir diariamente en un mundo que se guía por imágenes, por luces y sombras, y que uno no es capaz de distinguir...  Saber que no está uno "diseñado" para ese mundo... Debe ser tenebroso.  O tiniebloso, mejor dicho.  Estar en un mundo desconocido, en el que las cosas se perciben muy distintas a como lo percibimos nosotros, la gente "normal".

Pero al final, ¿Qué es lo "normal"?  ¿Y no será que somos nosotros los anormales y que el mundo debería percibirse por el tacto, oído y olfato, nada mas?  Luego me pregunté si tendría los huevos de vendarme los ojos y salir a la calle durante un día, haciéndola de ciego; tratando de experimentar esa realidad.  Un mundo de percepciones distintas, "ver" el mundo de otra forma.  Lo haría, pero acompañado.  Quien sabe.

O qué tal por lo menos hacerlo en casa?  Levantarse, ir al baño (no creo que haya problema para eso, todos sabemos dónde tenemos nuestras cositas...), desayunar, bañarse, cepillarse, vestirse, hacer esas cosas tan básicas que todos hacemos diariamente.  Pero sin ver.  Debe ser un ejercicio mental respetable.

El ciego llegó cerca de la parada del bus (Ah, a ver cómo hace para reconocerla, pensé) y se paró un poco más adelante.  Esperaba que debido a su ceguera, estuviese utilizando otros sentidos que entiendo se maximizan en esa condición (el oído, principalmente, el olfato a lo mejor) para manejarse de manera eficiente.  Pero se quedó ahí, parado como a dos metros de donde debería estar.

No aguanté mas.  Me levanté, caminé hacia la esquina, crucé la calle y me dirigí a donde estaba.

- Are you waiting for the bus to come?
- Yes, is this the bus stop for the 25 line?
- Yes sir, I am taking it too.  I will tell you when it comes. -Mentí.
- Oh, thank you sir!

Me encontré interesado en esta persona, se me presentaba la oportunidad de conocerlo de alguna manera.  A lo mejor podría ayudarme a perfilar un personaje para una historia, o algo así.  Talvez era solo para espantar mi aburrimiento mental.  Pensé entonces que mi ayuda era interesada; esperaba algo a cambio.  Mi mamá no estaría orgullosa de mí hoy.

- May I ask you a question, sir?
- Well, sure you can.  -Respondió.
- Were you born blind, or was it something that happened afterwards? -Pregunté descaradamente.

Volteó el rostro hacia donde escuchaba mi voz (como si pudiera ver) y respondió, siempre en inglés:

- Me volví ciego cuando tenía veinte años... Ahora tengo cuarenta y dos.
- Y qué le pasó?
- Un accidente...
- Ah, lo siento.  Pero, ¿Y cómo es ese cambio?  Digo, ¿Su adaptación, fue difícil? -Francamente, me estaba poniendo impertinente.
- Bueno, si.  Es muy difícil al principio.  Extrañas todo lo que veías antes, la gente, los lugares, los colores, todo.  Estás en un mundo nuevo, y tienes que comenzar a confiar en tus otras habilidades, en tu instinto.  En los otros sentidos que tienes.  Maximizas otras capacidades.
- Claro, entiendo...
- Uno no entiende la capacidad de adaptación que tenemos, hasta que se enfrenta a algo así.  El ser humano es una máquina maravillosa, eficiente.
- Pero ¿Sabes qué es algo que sí extraño?
- ...
- El silencio.
- ¿¿El...  silencio?? -pregunté extrañado.
- Sí, el silencio.  Desde que estoy ciego, no dejo de oír.  Oigo cualquier ruido, por minúsculo que sea.  Debo poner atención a cualquier cosa, a todas las cosas.  Y mi cabeza entonces no para de hablar.
- Qué ironía!  -pensé- Creí que extrañaba la luz o algo así.
- Es irónico.  Así es.

En eso llega la 25 a la parada.  Ni la vi.  Me pregunta:

- Is this the bus?
- Yes, this is it! -Respondo sorprendido.

Le tomo el brazo y sube al bus sin problemas, siempre con su bastón de guía.

- Okay, thank you for your help!

Comienzo a caminar de vuelta a casa.  Insatisfecho.  No pude conseguir mi historia.  Porque la verdad es que cuando le pregunté al principio, si estaba esperando bus, sólo me respondió que no.  Y a continuación se sacó una cajetilla de cigarros de la bolsa de la camisa mientras yo me alejaba, sin que se me ocurriera otra forma de entablar conversación...

Así que me vine a inventar cualquier diálogo.  Y es hasta que lo escribí que me di cuenta.  Ese otro ciego, el de la historia, era sólo un reflejo.  El mío.

1 comentario:

  1. WOOOOOOOOOOW!!! Q GENIAL!!! enverdad muy buen concepto la verdad es que ahora casi no lo pienso devido a que la forma y orden en que uno vive no le permite recordar o pensar muchas veces esa cantidad de cosas pero recuerdo que cuando era pequeño habia varias ocaciones en las que pensaba que seria que se sentiria ser ciego y si podriamos desarrollar otros sentidos y percibir las cosas de otra manera qizàs disfrutarlas mejor!. ^^

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